
A la hora de educar hemos de tener en cuenta, que la
justificación es el punto dónde vemos un antes y un después, es decir si tú en
una clase de niños realizas un partido de fútbol, antes de hacerlo deberás
preguntarte que proporciona ese partido a los alumnos i una vez lo sepas,
podrás justificar lo que están aprendiendo i estás intentando transmitir para
educar-los, pero si por el contrario les pones a jugar un partido de fútbol
sólo porque les apetezca i sin ninguna intencionalidad, solo estarán aprendiendo
de sus vivencias y no podríamos hablar de ninguna educación ya que no hay
ninguna intencionalidad ni justificación para realizar ese partido.
Desde el inicio, la educación física ha sido reflejada por
las actividades deportivas, los juegos, la danza, etc i para el colectivo de
esta disciplina los valores que transmitían era enfocados a la salud, la
recreación o la adquisición del carácter.
Este enfoque de la educación física hizo a muchos profesionales cambiar
de opinión i pensar que la educación física no era solo física sino que sus
contenidos tenían intrínsecamente valores educativos. Esto no sucedió hasta
1960, cuando Peter Arnold propuso una nueva estructura conceptual para la
educación física basada en el valor
intrínseco del conocimiento teórico y práctico que lo conceptualizó en tres
dimensiones interrelacionadas:
La educación sobre el
movimiento: Al tratarse de conocimiento teórico sobre la educación física,
proveniente de diferentes disciplinas (Kinesiologia, fisiología del ejercicio,
etc), el autor le asigna un valor intrínseco vinculado, por tanto, a una
función educativa.
La educación a través
del movimiento: En este caso el movimiento tiene unos valores extrínsecos
asociados a la salud, la éstetica.
La educación en
movimiento: Por último, la tercera dimensión está relacionada con los valores
intrínsecos o inherentes a los contenidos prácticos de la educación física. Es
decir, se considera valioso por la propia experiencia de cada uno i de cómo se
autorealiza la persona en los diversos contextos. Se trata del conocimiento
práctico que sólo puede conseguirse con la participación activa en movimiento.
En estas tres dimensiones Arnold usa la palabra movimiento
como sinónimo de educación física y lo hace por el hecho de que no se vea
reflejado que la educación física es solamente física sino también intelectual
i moral.

Por último, debemos de decir que los contenidos de educación
física serán valiosos o no valiosos, dependiendo de nuestra intencionalidad i
justificación de porque hemos escogido realizar dichas prácticas o actividades,
aunque por ejemplo un juego no siempre tiene valores educativos ya que éste
puede ser excluyente, sexista, explotador y nada placentero. Dependiendo de
cómo lo enfoquemos podremos conseguir que se transmitan esos valores
educativos.
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